La radiación solar ultravioleta o radiación UV es una parte de la energía radiante (o energía de radiación) del sol, se transmite en forma de ondas electromagnéticas en cantidad casi constante (constante solar), su longitud de onda fluctúa entre 100 y 400 nm y constituye la porción más energética del espectro electromagnético que incide sobre la superficie terrestres.Se dividen en tres tipos en función de su longitud de onda. Cuanto mayor sea ésta, menos energía y tendrá menos viceversa.
CLASIFICACIÓN:
1. Radiación
solar ultravioleta tipo A (UV-A). Su longitud de onda fluctúa entre 320 y 400
nm. Alcanza totalmente la superficie terrestre, no es retenida por la
atmósfera.
2. Radiación
solar ultravioleta tipo B (UV-B). Su longitud de onda fluctúa entre 280 a 320
nm. El 90% se bloquea por el ozono y el oxígeno de la atmósfera. Es más
energética y dañina para la biosfera que la radiación UV-A.
3. Radiación
solar ultravioleta tipo C (UV-C). Su longitud de onda fluctúa entre 100 y 280
nm constituye la fracción más energética. Este tipo de radiación y otras
partículas energéticas (rayos X, rayos gamma y rayos cósmicos) son retenidas
totalmente en las regiones externas de la atmósfera y no alcanzan la superficie
terrestre.
EFECTOS:
La radiación
UV desempeña un papel importante en la determinación de las condiciones
climáticas, el balance energético y el equilibrio natural del planeta. La
medición continua de este parámetro permite estudiar su comportamiento y
relación con el estado de la biosfera y la salud humana.
Los rayos UVA
entran en contacto con nuestra piel y hacen que ésta cobre un color más dorado.
Esto es así porque la luz del sol incide sobre las células pigmentarias,
situadas justo por debajo de la capa más externa de la piel, y hace que liberen
melanina. Este pigmento sube y ‘tinta’ las células de la epidermis, haciendo
que las personas luzcan un color más moreno de piel.
·
Efectos
sobre la salud:
Tanto los
rayos UVB como los UVC son altamente nocivos. Los rayos UVA, por su parte, no
tienen por qué serlo siempre y cuando se tomen las medidas necesarias al
respecto. Una persona que vaya a tomar el sol deberá hacerlo aplicándose
siempre una crema solar adecuada a su fototipo ya que, de no hacerlo, corre el
riesgo de quemarse.
·
Las quemaduras solares:
Una exposición
prolongada y sin protección a los rayos UVA del sol deja de broncear la piel y
pasa a ‘quemarla’. Las quemaduras solares son muy dolorosas y a largo plazo
producen cáncer y el envejecimiento de la piel. Las hay de tres tipos: de
primer, segundo y tercer grado. La primera se caracteriza por enrojecer e
irritar la epidermis, que es la capa más superficial de la piel. Por su parte,
las quemaduras de segundo y tercer grado alcanzan a capas más profundas y
generalmente provocan ampollas y otras lesiones.
·
Los
fototipos:
Cada persona,
en función de su tipo de piel, presenta un fototipo determinado. Es importante
conocerlo, ya que en base al mismo se deberán tomar unas precauciones a la hora
de tomar el sol.
Estos son los distintos fototipos que
hay:
-Tipo 1. Este fototipo
es el propio de una piel muy clara y extremadamente sensible a los rayos del
sol. Nunca se broncea y que siempre se quema.
-Tipo 2. Las personas con este
fototipo tienen una piel muy sensible al sol, suelen quemarse y muy raramente se
broncean. En su lugar, su piel presenta un color rojizo.
-Tipo 3. Una piel con este fototipo
continúa siendo muy sensible al sol. Puede llegar a quemarse con regularidad y
sólo es capaz de alcanzar un ligero bronceado.
-Tipo 4. Un fototipo de tipo 4 es el
propio de una piel que ya no es tan sensible al sol y que por lo tanto no suele
quemarse.
-Tipo 5. Las personas con este
fototipo casi nunca se queman porque su piel es muy resistente a los rayos UVA
del sol. Suelen presentar un aspecto bronceado a lo largo de todo el año.
-Tipo 6. Las pieles de fototipo 6
nunca se queman ya que son muy resistentes al sol. Son propias de personas de
raza negra.

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